San Jorge era un militar romano que vivió en el siglo III en la Capadocia. Sirvió a las órdenes de Diocleciano, negándose a ejecutar un edicto del emperador que le obligaba a perseguir a los cristianos y por esta razón fue martirizado y decapitado. Muy pronto se empezó a venerar como santo en la zona oriental del Imperio Romano y enseguida aparecieron historias fantásticas ligadas a su figura.
La gesta de san Jorge y el dragón se hizo popular en toda Europa hacia el siglo IX bajo el nombre de "Leyenda áurea".
La versión de la leyenda en Cataluña explica que en Montblanc vivía un terrible dragón que causaba estragos entre la población y el ganado. Se sacrificaba al monstruo una persona escogida por sorteo hasta que la suerte señaló a la hija del rey, que habría muerto de no ser por la aparición de un caballero con armadura que se enfrentó al dragón y lo mató. De la sangre derramada nació un rosal de flores rojas.
Existen otras leyendas con variaciones en las tradiciones populares de Inglaterra, Portugal y Grecia, entre otros países. |